Atlas etnográfico de Cuba

Santería: f. Religión popular, conocida también como regla de ocha, u ocha-ifá, que en liturgia y concepciones míticas fusiona componentes de origen africano (principalmente yoruba y adyá-fon) e hispánicos (vinculado con el catolicismo), pero con características originales por la aglutinación de antiguos cultos locales en otro más abarcador y participativo a nivel doméstico. La santería cubana posee sus casa-templos en la propia vivienda de los creyentes; pero estas se diferencian de acuerdo con las jerarquías y sus posibilidades económicas. Algunas de ellas nuclean en torno al prestigio de padrinos y madrinas de “santo” un gran número de adeptos. Posee un complejo proceso de iniciación, que contribuye a la formación de valores éticos relacionados con la concepción de valores éticos relacionados con la concepción del mundo reflejada en la práctica religiosa. Emplea diversos medios de adivinación mediante cuatro pedazos de coco (obi), dieciséis caracoles cauris (dilogún), la cadena de ifá (opkuele) y el tablero de ifá (babalawo). El proceso ceremonial y festivo, según los diferentes aniversarios, incluye varios conjuntos instrumentales, múltiples cantos y bailes, que forman parte esencial de las actividades religiosas. En la lengua ritual se emplean remanentes del yoruba. Dentro de la Isla, esta religión se extiende por todo el país con mayor énfasis en la mitad centro-occidental.

Santo alumbrado: m. Conmemoración que también se conoce como velorio de santo. Consiste en esperar hasta las doce de la noche, o sea, la víspera del día de Nuestra Señora de La Caridad, San Lázaro u otro santo católico, en forma de homenaje.

Sapitos (Los): m. Proyección artística en las fiestas campesinas de Majagua, provincia de Ciego de Avila, donde se representa el antiguo juego infantil Comadrita la rana. Generalmente es interpretado por niños, y es bailado por parejas sueltas, que ocasionalmente pueden enlazarse.

Sardana: f. Es la danza más representativa de los inmigrantes catalanes asentados en Cuba. Se vincula sobre todo a la festividad de la colla, desarrollada en las provincias Ciudad de La Habana (municipio Boyeros) y en Matanzas. Su excelente música y su fase interpretación garantizan la activa participación de los asistentes a estos festejos.

Secadero: m. Construcción dedicada al secado natural del café y del cacao.

Second Leguedé: m. Nombre del segundo tambor del conjunto radá o dahomé haitiano.

Secta Bon Dieu (Buen Dios): f. Nombre de una secta de los “negros franceses” mencionada en un documento de fines del Siglo XIX, en Guantánamo. Salían durante la Semana Santa, vestidos de azul y cantaban en las calles.

Serón: m. Tipo de alforja grande, tejida con yarey u otro material vegetal, flexible y ligera, que descansa sobre el lomo del caballo o del mulo a modo de canasta doble (una a cada costado). Se utiliza principalmente para cargar y transportar productos del campo.

Sirivinga: f. Tipo de fiesta, modalidad de tingo-talango, y a la vez un baile semejante a la caringa, que se acompaña con una bunga compuesta de tres, claves, taburete, machete y sirivinga. Es una modalidad propia de la región de Trinidad y data de 1775. Desde el punto de vista musical puede ser considerada como una variante de la caringa, por lo que también se le conoce por caringa trinitaria.

Sitio de labor: m. Presentaba características muy similares con las estancias. Según E. Pichardo (1889) esta denominación se extendió con mayor fuerza en el Departamento Occidental, pero ambos calificativos se utilizaban, indistintamente, para un mismo tipo de finca en todas las regiones de la isla, en la época colonial. (Ver: estancia).

Slay Man Goose: m. Baile de carácter laico practicado por los inmigrantes jamaicanos y de otras regiones del Caribe, en la fiesta del 1ro. de Agosto, celebrada en la localidad de Baraguá, provincia de Ciego de Avila. Este baile, interpretado por parejas, se basa en cantos del mismo nombre.

Smirna: m. Bordado que se realiza sobre yute u otra tela con una aguja especial llamada “aguja mágica” o “aguja maravillosa”, que permite pasar hilos de estambre a través del tejido. Estos hilos dejan una terminación afelpada, al ser recortados convenientemente.

Sogón: m. Forma de interpretar la conga en la región oriental de Cuba, específicamente en algunos municipios de las provincias Granma y Holguín. En su ejecución se utiliza una soga de aproximadamente 100 metros de largo (una cuadra), con un lazo en uno de sus extremos. Dentro del mismo se sitúa un bastonero, que, al ritmo de los tocadores, improvisa movimientos con el bastón, que son imitados por los bailadores que van sujetos a ambos lados de la soga.

Solemnidades de precepto (Fiestas de): f. Festejos de origen católico, que no pertenecen al grupo de patronales. Se subdividen en fiestas del Señor, de la Virgen y de los Santos. Entre ellas figuran fiestas tan populares como la de Nochebuena, Navidad y Fin de Año, la del 6 de Enero o Epifanía, la Semana Santa, el Altar de la Cruz, el Altar de Promesa, diversas vírgenes, santas y santos. Son las fiestas más numerosas del santoral católico. Su programa religioso es más extenso que el de las fiestas patronales, mientras que el laico se limita a algunas celebraciones domésticas y populares.

Son (complejo del): m. Música popular bailable, originada en el oriente de Cuba. El son es producto de una particular convergencia de elementos europeos y africanos, y lo interpreta una orquesta generalmente compuesta de un tres, güiro, maracas y bongó. Con un compás de dos por cuatro, el son consta de dos partes: la primera, a manera de estrofa, que antiguamente la cantaban dos voces, y la segunda, que constituía el coro, estribillo o sonsonete, a modo de comentario de la primera parte.

Son montuno (conjunto de): m. Este conjunto musical surgió a finales del siglo pasado y principios del presente. El conjunto de son montuno, en su forma original, se ha mantenido en muchas zonas del interior del país, y consta de guitarra, tres, maracas, clave, bongó, marímbula y botija. Esta agrupación musical evolucionó en la capital hacia los sextetos y septetos, los que sustituyeron algunos instrumentos e incorporaron otros. En cuanto al conjunto de son montuno, el sexteto es el que más influjo ha ejercido sobre éste durante la primera mitad del presente siglo.

Sucu-sucu: m. Modalidad del son, propia del municipio especial de Isla de la Juventud. Difiere del son, por poseer un aire más pausado y esquemas rítmicos más sencillos. Entre los rasgos básicos del sucu-sucu está el arrastrar los pies por el piso, que ocasionaba, en los antiguos pisos de madera, un sonido similar a “sucu-sucu” (de ahí su nombre), además de que ha recibido influjo de los bailes procedentes de Jamaica o de las Islas Caimán, que tuvieron y tienen considerable incidencia en esta región.